Cuando se trata de mostrar un espacio, ya sea un colegio, una museo, una fábrica o un local comercial, muchas empresas recurren a lo de siempre: Una sesión de fotos profesionales, o un video corporativo con imágenes de stock.
Sin duda, estas herramientas cumplen su función. Pero si lo que buscas es impactar, generar confianza y ofrecer una experiencia inmersiva, los recorridos virtuales son la herramienta ideal para presumir tus instalaciones.
1. Una sola imagen no cuenta toda la historia
Las fotografías muestran un ángulo. Un video guía al espectador por donde el director decide. En cambio, un recorrido virtual permite que el usuario explore libremente todo el espacio, como si estuviera ahí. Puede detenerse, mirar cada rincón, girar en 360° y avanzar a su ritmo.
2. Transparencia total: Sin encuadres forzados
En los recorridos virtuales, nada se esconde fuera de cuadro. No hay selecciones cuidadosas de los “mejores ángulos”: todo está a la vista. Esto genera una sensación de confianza y autenticidad mucho mayor que cualquier producción visual tradicional. Esta herramienta está alineada con la política de ‘puertas abiertas’ que muchas compañías profesan.
3. Una herramienta interactiva y actual
Los recorridos virtuales no son pasivos como las fotos o videos. Son interactivos: El usuario puede elegir el espacio que desea explorar, saltar a otro lugar del mismo inmueble o seguir el camino propuesto para la visita virtual. Los recorridos se pueden enriquecer con cédulas informativas, mapas, enlaces, íconos y más. Además, se pueden integrar fácilmente en tu sitio web, redes sociales, Google Maps o enviarse por WhatsApp o email a un prospecto.
4. Mayor tiempo de permanencia y retención
Está comprobado que los usuarios pasan más tiempo explorando un recorrido virtual que viendo un video institucional. Esa interacción prolongada fortalece el interés y la conexión emocional con el espacio mostrado. Por ejemplo, una vista 360° aérea realizada con un dron permite que los prospectos naveguen los sitios de interés durante más tiempo oprque permite explorar las diferentes construcciones que componen, por ejemplo, una universidad.
5. Ideal para públicos a distancia
Con un recorrido virtual, una persona puede conocer tu espacio desde cualquier ciudad a cualquier hora. Es perfecto para atraer a prospectos foráneos, clientes internacionales, compradores remotos o socios potenciales. ¿Te imaginas una videollamada donde puedas mostrar a tu prospecto las instalaciones de tu clínica, o presumir la nueva sala de tu museo?
6. Una inversión que se aprovecha por años
Mientras que una campaña de video puede volverse obsoleta o necesitar actualizaciones frecuentes, un recorrido virtual bien producido puede seguir siendo útil por mucho tiempo, sobre todo si tu espacio permanece relativamente estable. Con la ventaja de que se pueden actualizar sólo las áreas que hayan cambiado.
En resumen: Fotos y videos impactan. ¡Pero los recorridos virtuales convencen!
Son una evolución natural de la comunicación visual, pensada para negocios que quieren mostrar sus fortalezas dando certeza. Si tu objetivo es inspirar confianza, reducir barreras y destacar entre la competencia, un recorrido virtual es la mejor opción porque no solo es una herramienta para mostrar tu espacio. También es una fuente poderosa de contenido visual que puede alimentar tus redes sociales con imágenes impactantes, creativas y muy compartibles. Gracias a las tecnologías de fotografía 360° y plataformas como Matterport, es posible extraer múltiples formatos visuales a partir de un solo levantamiento… y sí, también se pueden crear videos lineales a partir de un tour virtual. Los recorridos virtuales son una fuente inagotable de contenido visual para tus redes. Esto significa que una sola sesión de captura te brindará contenido para semanas: Reels, stories, shorts, little planets, videos, capturas inmersivas en 360° ¡y hasta archivos para impresión!
Si te interesa contar con el servicio profesional de recorridos virtuales no dudes en contactarnos, vas a quedar muy feliz con el resultado.